Palomar de la Breña
Quizás no hayas oído hablar de él ni sepas qué es exactamente, pero cuando lo descubras te sorprenderá. Te hablamos del Palomar de la Breña, una antigua construcción, la más grande de Europa de sus características, que fue fundamental para que los navegantes pudieran afrontar las largas y complicadas travesías transoceánicas.
Y es que en esta singular construcción, localizada en el privilegiado entorno del Parque Natural de la Breña y Acantilados del Barbate, se criaban en libertad las palomas que, posteriormente (enjauladas), servirían de alimento para las tripulaciones, en una época en la que la única forma de conservar la carne en los grandes navíos era a través del porte de animales vivos.
De apariencia normal en su exterior, su interior lo conforma un sinuoso laberinto de grandes muros (11 metros de altura), en los que, aún hoy, se observan las cavidades que servían de nidos para las palomas. Al parecer, en su época (siglo XVIII), daba cobijo a casi 10.000 palomas.
Blindado por una impresionante masa de pinos, al Palomar de La Breña se accede a través de una pequeña puerta, mostrando un buen estado de conservación pese al tiempo transcurrido.
Sin lugar a dudas, se trata de un pequeño y estimulante viaje en el tiempo, que nos acerca a esas épocas en las que cruzar el Océano Atlántico era una cuestión de vida o muerte.